January 23, 2017
by Padre Gustavo Ruiz
Nuestra cultura está muy enraizada en la tradición de siempre ser generosos: le damos la mano al pobre, ayudamos a nuestros familiares que están enfermos y siempre mantenemos nuestros valores que nuestros padres nos han inculcado.
Por este motivo, sabemos que, por nuestro bautizo, somos católicos de corazón, somos Hijos Adoptivos de Dios. Y al respetar siempre nuestra fe, la cual apoya nuestra identidad, esa generosidad se debe de mostrar también en la ayuda a nuestra Iglesia Católica. Amamos ser católicos y, por nuestra fe, sabemos que los frutos que Dios nos pide son precisamente lo que hacemos al apoyar al pobre, a los enfermos y al cuidar nuestros valores.
Es por esto, que ahora, nuestra Diócesis de Spokane, nos pide ser generosos abundantemente al poder donar de corazón para la Colecta Anual Católica. Esta colecta nos ayuda a devolverle a Dios lo que él hace por nosotros: darnos la vida, darnos una familia, darnos un trabajo, darnos nuestra fe, etc.
Ya hemos celebrado nuestras tradiciones de Diciembre y Enero: la Virgen de Guadalupe, las Posadas, la Navidad, el Fin de Año, los Reyes Magos, la Rosca de Reyes, etc. Estas tradiciones nos ayudan a recordar que le debemos a Dios todo lo que somos. Aunque nuestro trabajo es escaso algunas veces y aunque suframos cuidando a nuestra familia, Dios siempre está allí para apoyarnos de corazón.
Así, por esta razón, conocemos que debemos de darle gracias a Dios a través de nuestra ayuda a nuestra Diócesis – que es nuestra casa, nuestra Iglesia, nuestro hogar. Les invito a que hagamos un esfuerzo grande y podamos comprometernos a donar de corazón a nuestra Diócesis de Spokane. La manera de hacerlo es un poco diferente a la cual estamos acostumbrados a donar nuestra limosna. Déjenme explicarles un poco: Primero, en la limosna solo damos lo que podemos una sola vez; para esta colecta, hay sobrecitos que se nos dan – los cuales dicen Colecta Anual Católica – y podemos donar algo, pero debemos de comprometernos a donar la cantidad que pusimos en un cierto periodo de tiempo.
Segundo, en la limosna no hacemos una meta de decir, en un mes, voy a donar $40 dólares a la Iglesia y, así, puedo donar $10 dólares cada Domingo – al ser 4 domingos, podemos alcanzar nuestra meta. No estamos acostumbrados a donar de esa manera. Sin embargo, para la Colecta Anual Católica, se nos invita a reflexionar lo que podemos donar en un año a la Diócesis. Podemos donar de corazón y dar una cantidad que sea razonable para esta colecta. Por ejemplo, si pensamos donar $100 dólares en un año a la Diócesis, podemos mandar $10 dólares cada mes y en 10 meses habremos cubierto la cantidad que nos habíamos fijado donar - $100 dólares.
La invitación de nuestro Señor Obispo Daly es el comprometernos a donar un poco más, poniéndonos metas un poco más caritativas para la Diócesis: Por ejemplo, $200 dólares (10 veces donaríamos $20 dólares), o $500 dólares (10 veces donaríamos $50 dólares), o $1,000 dólares (10 veces donaríamos $100 dólares). Sabemos que son cantidades que se ven muy grandes, pero, en realidad, si vamos donando de a poquito, podemos llegar a donarlas completamente. Esto depende de lo que podamos donar. Nuestra economía es un poco difícil ahora, pero, por medio del compromiso y nuestra dedicación de donar de corazón, podremos llegar a la meta que nos hemos puesto.
Por tal motivo, los invito a donar de corazón y a ser generosos con nuestra Diócesis. Colaboremos conscientemente con nuestra Iglesia para poder tener buenos y abundantes frutos para nuestra Iglesia local.
¡Donemos de corazón y animemos a nuestros familiares a hacer lo mismo! Necesitamos mucho de su ayuda para poder llegar a nuestras metas en nuestras parroquias. Cada párroco les va a indicar la meta de la parroquia a la que pertenecen. Sin embargo, si cada uno de nosotros donamos, superaremos esas metas y, además, nos sentiremos más contentos al colaborar con Dios en la obra de nuestra Iglesia católica. Pertenecemos a ella y la apoyamos. Somos Hijos Adoptivos de Dios que tienen una fe inmensa en las buenas obras de la Iglesia. Somos parte de nuestra identidad al apoyar a los pobres, a los enfermos y al cuidar nuestros valores. Vamos a apoyar a nuestra Diócesis de corazón y generosamente para poder seguir teniendo la ayuda tangible de nuestra Iglesia Particular. ¡Dios los bendiga a todos por su generosidad y su apoyo para la Colecta Anual Católica! ¡Juntos lograremos que nuestra participación refleje que somos un pueblo generoso, con una identidad generosa y con buenos valores que ayudan a la caridad de nuestra Iglesia!